Durante la celebración de un Seminario sobre la situación de la Industria de la Alimentación Animal en España, el presidente de la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (CESFAC), Florentino Ruiz, afirmó que el principal problema que afecta a los fabricantes de piensos compuestos es la escasez de cereales, materia prima fundamental para la fabricación de alimentos para animales. Esta escasez ya ha provocado un incremento superior al 35% del precio de los piensos.nn

Este encarecimiento está afectando a los distintos sectores ganaderos, especialmente al porcino que paga entre seis y siete céntimos más por kilo de pienso que el pasado mes de junio, lo que provoca fuertes cargas económicas.nn

Por su parte, la presidenta de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA), María Neira, que inauguró el acto, afirmó que las pasadas crisis alimentarias introdujeron el concepto de trazabilidad para garantizar la seguridad de los alimentos. Reconoció el esfuerzo del sector de la alimentación animal para adaptarse a las demandas del consumo y adelantarse a posibles alertas alimentarias gestionando junto con las distintas administraciones los mecanismos de control y análisis de riesgos.nn

El representante de la marca Cesfac Calificada, Félix Paz, aseguró que las certificaciones de calidad responden a una demanda de los consumidores, ya que avalan la garantía de salubridad y seguridad de los alimentos que come el ganado. Señaló que el 99% de la industria española hace las cosas bien, tal y como demuestran las estadísticas de incumplimientos, que revelan escasas incidencias, relacionadas con infracciones burocráticas y administrativas y casi nunca contra la salud pública. nn

Sin embargo, Félix Paz aprovechó la ocasión para criticar las exigencias de etiquetado establecidas por la legislación comunitaria, ya que ningún alimento está obligado a indicar el porcentaje de cada una de las materias prima utilizadas en su elaboración, cosa que tendrán que hacer los fabricantes de piensos.nn

La producción española de alimentación animal ronda los 20 millones de toneladas anuales; en 2002 se produjeron 19 millones de toneladas de piensos compuestos, 1,3 millones de toneladas de pacas de forrajes deshidratados y 900.000 toneladas de forrajes granulados.