Los investigadores alimentaron un grupo de animales de forma tradicional y añadieron en su dieta un compuesto del ajo denominado alicina, producto obtenido a partir de la aliína que se encuentra en el ajo. Este compuesto consigue eliminar las bacterias que producen el metano en el aparato digestivo de los animales.

Según Kenton Hart, uno de los responsables de la investigación, se consigue una reducción de hasta el 25%.

El equipo de investigadores continúa haciendo pruebas y planean vender este producto como un aditivo para la alimentación animal en un periodo de un año.