Según la asociación, a las importaciones se suman otras distorsiones del mercado, propiciadas por las autoridades, que han creado unas condiciones difíciles de trabajo para los ganaderos.

Con el fin de solventar esta situación, una comisión de Adogranja se reunirá con el ministro de Agricultura, Salvador Jiménez, y con el ministro de Industria y Comercio, Manuel García Arévalo, para exponerles la posición de la asociación.

Desde Adogranja afirman que las importaciones discriminadas, concedidas a personas ajenas al sector “están arruinando a los porcicultores, porque esos contingentes se trafican al mejor potor y sin programación alguna, con enormes ganancias y creando así un mercado negro de la carne de cerdo”.