El incremento de la preocupación por el cambio climático y una mayor exigencia tanto por parte de las autoridades como por parte de los consumidores ha llevado a los productores a tomar medidas que mejoren los perfiles de emisiones de gases de sus explotaciones. Un estudio elaborado por la Universidad de Michigan (EE.UU.), con financiación del USDA, ha demostrado que pequeños cambios en la dieta de los pavos permiten reducir las emisiones de nitrógeno de las granjas de engorde sin afectar a la producción de carne.

En el estudio han colaborado investigadores de la Universidad de Michigan, Maryland y la Universidad de Purdue, quienes han publicado su informe en la revista Poultry Science bajo el título "Efecto de la formulación de aminoácidos y la suplementación en la dieta de nutrientes de los pavos".

Estudiaron diversas dietas con diferentes concentraciones de proteínas y de aminoácidos que se aplican en los suplementos que se dan a los animales para examinar tanto sus excreciones como su capacidad de engorde. Si se reduce el nivel de proteínas crudas recomendado por el NRC y se añade treonina a un suplemento de aminoácidos procedente de la lisina y la metionina, se logra una considerable reducción del nitrógeno y el amoniaco presente en las excreciones de las explotaciones ganaderas sin que haya diferenciación en la ganancia de peso y en la capacidad de conversión del alimento. Los niveles de nitrógeno se redujeron en un 12% y en el caso del amoniaco la reducción fue del 23%.

Zefei Liu, investigador de la Universidad de Michigan estima que "la industria avícola debe continuar buscando métodos para supervisar y controlar la pérdia de nutrientes y las emisiones al aire en sus operaciones".