Martes, 16 de abril de 2024
Área de clientes
No cerrar sesión
Gestión de claves
Artículos
Legislación
Empresas cárnicas
Revista on line


¿Quieres ser cliente?


Granja San Ramón crea el primer abono orgánico e inodoro a partir de estiércol de vaca

La explotación ganadera valenciana Granja San Ramón ha creado un fertilizante totalmente orgánico, el primero del mercado sin olor y con un alto poder nutritivo, a partir del subproducto que les sobra de transformar en energía el estiércol de sus vacas en la planta de biogás que tienen en sus instalaciones, según informa Efe.

Esta empresa familiar, ubicada en la localidad valenciana de Requena, fue pionera en la utilización de los residuos de sus 2.500 reses para fabricar energía gracias a la planta de tratamiento de biogás y que les permite transformar el metano del estiércol en energía eléctrica y térmica.

El ingeniero químico de la empresa, Bernat Chulià, ha explicado que este nuevo abono surge a partir del subproducto, digestato, que quedaba después de transformar los purines del ganado en energía, lo que ha permitido sacar "el máximo provecho" a la planta de biogás y que la granja tenga "residuo cero" en su actividad.

Se trata de un producto "ideal" para huertos urbanos porque no huele, gracias al proceso de higienización y desinfección del sustrato, carece de elementos químicos y por su alto contenido en nitratos y sales minerales. "Hemos conseguido que el estiércol vacuno que tradicionalmente se usaba en agricultura, lo pueda tener cualquier persona en su casa porque no tiene ningún problema de olor, ni de higiene por el contenido de microorganismos ni ocasiona ningún tipo problema", ha recalcado.

Según Chuliá, han conseguido un fertilizante "perfecto, a partir de un proceso innovador con la planta de biogás y la transformación posterior" que, al carecer de aditivos, ofrece unos "rápidos resultados" en las plantas, "muy visibles en las partes que más nos gustan: hojas, frutos y flores".

Por sus características, el fertilizante Bonora está destinado al uso doméstico y la empresa tiene previsto su lanzamiento al mercado a finales del primer trimestre del año que viene, a través de las cadenas de distribución generalistas de alimentación.

Junto con este fertilizante sólido, de la planta de biogás también sale un líquido que han caracterizado como biofortificante porque aporta a las plantas "de manera respetuosa y no agresiva como los fertilizantes químicos", toda la sustancia que necesitan para hacer frente a plagas, enfermedades o cambios medioambientales. "Actúa además como regenerador del suelo porque es capaz de mejorar el ecosistema que se crea en el suelo y que hace que las raíces interactúen bien con las materias, lo que proporciona un desarrollo más óptimo de los cultivos", ha explicado Chuliá.

El consejero delegado del Grupo San Ramón, Jose Antonio Moreno, ha destacado que con el desarrollo de este fertilizante a partir del subproducto sobrante de la planta de biogás, la empresa crea un "elemento muy importante en su estrategia de negocio" con el que cierra el círculo completo de aprovechamiento de sus recursos.

El fertilizante es una de las nuevas líneas de negocio de esta explotación ganadera, que además de la granja de biogás para la creación y exportación de energía, centra su actividad en proyectos de incorporación laboral de personas con discapacidad y visitas a la granja de escolares para incidir en su formación.

En la Granja San Ramón, las vacas duermen en una base de hormigón con colchones de látex para ofrecerles un "excelente bienestar" y se alimentan con unos menús especiales y equilibrados elaborados por un dietista ex profeso para cada animal, lo que favorece la producción de leche de altísima calidad.

Estas líneas de negocio, convierten a esta granja valenciana, según Moreno, en una de las empresas familiares ganaderas más importantes y de carácter más innovador del país.

Más noticias
Compartir esta noticia en:    Compartir en Linkedin LinkedIn        
©2024 Estrategias Alimentarias SL. Todos los derechos reservados. Aviso legal. Protección de datos