Beltrán, que ha pronunciado el 14 de abril en Málaga la lección magistral de clausura del Programa Intensivo de Dirección de Empresas del Instituto Internacional San Telmo, ha explicado que el crecimiento en las ventas de Famadesa durante los últimos tres años ha sido en gran parte gracias a la exportación.

A partir de 1997 en que se terminó una ampliación de las instalaciones de sacrificio y despiece se empezó a exportar carne a Portugal, y actualmente la empresa exporta a más de veinte países, entre ellos Corea del Sur, Japón, Rusia, Sudáfrica o Filipinas.

En su intervención, el presidente de Famadesa ha aconsejado a los asistentes no buscar el éxito fácil, ya que "el camino está asfaltado, y hay que ser constante en el esfuerzo". Tras asegurar que le gusta mantener la relación de cercanía con los empleados, ha hecho hincapié en que es necesario conocer cómo funciona toda la empresa, y que ello no se puede limitar a ver a final de mes el balance y pedir informes sin salir del despacho.

Beltrán ha dicho que hay que transmitir confianza en los proyectos a los proveedores, bancos que financian a la empresa y a los empleados, y ha destacado asimismo la importancia de contar con un equipo humano de confianza que ayude, pero que también sea crítico. "Yo no creo -ha referido- en quienes buscan la mediocridad para que no se le haga sombra al jefe", y ha añadido que si uno se rodea de un equipo mediocre, también acabará siéndolo.

El presidente del consejo de administración de Famadesa es además integrante del consejo de administración de Unicaja, presidente de la Asociación Regional Andaluza de Industrias Cárnicas (Araic) y vicepresidente de la Asociación Nacional de Industrias Cárnicas de España (Anice). Lleva más de 30 años en Famadesa, empresa que da actualmente trabajo a 450 personas.