En su opinión, "el daño será más virtual que real, porque Argentina nunca ha sido un buen mercado para el jamón ibérico". De hecho, su empresa, con sede en La Alberca (Salamanca), nunca ha vendido jamón ibérico en este país, a pesar de que sí exporta a Brasil o México. "Debe ser porque allí la cultura culinaria no es de mucho jamón ibérico", ha explicado Martín.

Hace alrededor de quince años, una cooperativa de Salamanca, Fresno Alhándiga, dentro de un proyecto impulsado por el Gobierno de España, mantuvo negociaciones con el Gobierno de Argentina para instalar una planta de cría de cerdos ibéricos en una finca de unas 200.000 hectáreas de la región de Salta, en el límite con Bolivia.

Por el proyecto también se interesó el entonces consejero de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, José Valín, que llegó a sobrevolar la finca en Salta, aunque las negociaciones no fueron fructíferas.

Según algunos industriales salmantinos, en Castilla y León, las únicas empresas que exportan jamón a Argentina están en la población segoviana de Carbonero El Mayor.