Este ejercicio pasado finalizó con unas ventas de 207 millones de euros y un EBITDA de 33 millones de euros, en línea con los resultados obtenidos en 2010, según la compañía.

La línea de negocio de bebidas y vinos supone el 71% de la facturación del grupo y la unidad de ibéricos, en la que está incluía la actividad de restuaración, el resto. Geográficamente, el negocio internacional representa ya el 19% de la contribución, correspondiendo el 81% restante al mercado doméstico.

Durante 2011, la familia Osborne se hizo con el 15% de las acciones que no poseía aún y además se impulsó la internacionalización de sus productos, como en el caso de los productos ibéricos 5J. También se abrieron 4 nuevos restaurantes 5J situados en Madrid, Barcelona y Madrid.

Para Tomás Osborne, presidente del Grupo, "a pesar del recrudecimiento de la crisis, hemos conseguido unos resultados alineados con los de años anteriores -incluso con los de ejercicios previos al estallido de la crisis-, todo ello con un negocio menos tras la venta de Solán de Cabras".

De cara a 2012 la compañía tiene perspectivas "razonablementye positivas" para lo cual impulsará su crecimiento internacional.