Desde la Cámara de la Industria y Comercio Cárnico argentino (Ciccra) se ha indicado que, a pesar de la no presentación por parte del Senasa ante la OIE para obtener el status de libre de aftosa con vacunación, el contexto internacional se visualiza positivo.nn

El presidente de esta entidad, Miguel Schiaritti, ha recordado que el mercado chileno se abrirá en el corto plazo (30 días o menos), a pesar de las demoras logradas por el fuerte lobby ganadero del país vecino con la excusa del problema del gas, ya que no tiene argumentos técnicos sustentables para mantener cerrado el ingreso a las carnes argentinas.nn

Además, se puso de relieve que la plaza estadounidense, en tanto, debido a la demora en el reconocimiento por parte de la OIE, podría reabrirse en el transcurso de 2006.nn

La conducción central de la Ciccra evaluó también que el reciente reconocimiento de país libre de EEB, junto con Uruguay, Islandia y Singapur, lo que coloca a Argentina en el circuito comercial no aftósico, que lo mismo que decir que de elevados precios internacionales.nn

Para el presidente de Ciccra, la aparición de por lo menos dos casos de EEB en EEEUU ha generado el abandono de mercados de alto valor, que serán cubiertos por Nueva Zelanda y Australia. De las 1,2 millones de toneladas exportadas en 2003, en el año en curso los norteamericanos pasarán a exportar sólo 200.000 toneladas a México.nn

Tampoco Argentina desestima a China como país demandante de carnes, una situación que les ubica frente a una perspectiva internacional muy favorable en el medio plazo. Sin embargo, los técnicos de la entidad anexaron una evaluación que da cuenta de la producción ganadera nacional y, en ese sentido, señalaron que se observan altos y sostenidos los índices de faena de hembras y el bajo peso promedio de los animales faenados, por lo cual aducen que se vislumbra el fantasma de la liquidación de stock.nn

Los analistas de la Ciccra agregaron que los productores ganaderos tradicionales, poseedores de campos con alguna aptitud sojera, se resisten a desprenderse totalmente de su hacienda, por lo que de alguna manera subsidia con la utilidad de la soja el mantenimiento de sus rodeos y traslada a campos marginales su hacienda, pagando valores impensados hasta hoy.nn

Finalmente, se indicó que los productores pecuarios, en su fuero interno, saben que este generoso negocio agrícola puede finalizar abruptamente y no quieren desprenderse de los vientres bovinos dado que reponerlos lleva muchos años.