Los ganaderos gallegos solicitan a la Xunta rigor ante la obligación de sacrificar vacas sin la certeza de que estén enfermas
Así lo ha destacado la secretaria general de la organización agraria, Carme Freire, en rueda de prensa recogida por EP, en estuvo acompañada por el responsable de sectores ganaderos del sindicato, Adolfo Cabarcos y uno de los afectados, Cándido Iglesias. Todos ellos exigen a la Xunta una gestión "rigurosa" en este campo, con el objetivo de no perjudicar a las granjas y evitar su cierre.
Según han explicado en la comparecencia, los criterios que utilizan los técnicos para la realización de las pruebas "no son homogéneos" y divergen en función de las zonas. Asimismo, "en los últimos años" cambió el lugar del que se recoge la muestra del animal y en ocasiones tampoco se permite una segunda prueba denominada "de contraste", han asegurado.
Por otra parte, critican la falta de definición del pago que la Administración debe abonar por cada ejemplar sacrificado, y, en concreto, Cándido Iglesias ha señalado que, pese a los "compromisos" de la Xunta, todavía no ha recibido ninguna cantidad por las 31 vacas que tuvo que matar en su explotación, en A Baña (A Coruña), desde finales del pasado año, y de las que tan solo una resultó enferma tras el análisis post mortem.
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