El motivo es la búsqueda de estructuras administrativas eficientes que "faciliten la salida de la crisis y la internacionalización de nuestro sector". Advierte además que la dispersión actual de competencias en España rompe dos de los pilares de la legislación alimentaria de la UE: el enfoque integral de la granja a la mesa así como que los empresarios u operadores son los principales responsables de garantizar la seguridad de los productos alimentarios que comercializan.

Según Anice, la labor de los operadores para agilizar los procesos productivos y mejorar la trazabilidad, seguridad alimentaria, higiene y control choca "con la presencia permanente de la Administración en las labores de inspección y control de los mataderos, con competencias y responsabilidades compartimentadas entre ministerios y comunidades autónomas, que solamente generan costes e ineficiencias".

Es por ello que Anice pide que se unifiquen las competencias de este tipo en una sola unidad administrativa. Añade además la necesidad de rediseñar el papel de los veterinarios de control oficial dentro de las industrias cárnicas que "no debe ser exclusivamente sanitario, sino global, atendiendo a las nuevas necesidades y realidades económicas, sanitarias y productivas en las que nuestras empresas desarrollan su actividad, facilitando un mejor control, mayor eficacia, empresas más competitivas y ahorro de costes".

La asociación de industriales cárnicos afirma que a la hora de competir en mercados internacionales, España tiene que enfrentarse a otros países que tienen modelos de gestión oficial más ágiles y eficientes lo que incrementa la necesidad de tener un modelo similar a estos países que disponen de "servicios de control oficial unificados y dependientes de una única unidad administrativa".