Los ministros de Agricultura de Polonia, Hungría, la República Checa, Eslovaquia, Bulgaria y Rumanía han suscrito el 3 de julio en una reunión en Rzeszow (Polonia) una declaración conjunta, difundida en Bruselas. El texto incide en algunos de los elementos "clave" de la reforma, como el llamado "pago verde" que se asignará a los agricultores que lleven a cabo prácticas ecológicas. Sobre ese punto, los países firmantes solicitan entre, otras cosas, que las exigencias vinculadas a su obtención sean "viables" y creen un verdadero "valor añadido" y que se extienda la lista de prácticas "ecológicas por definición".

El texto subraya que la reforma ofrece la ocasión de aplicar una política "más efectiva, justa y orientada al mercado" y señala la necesidad de simplificar la nueva PAC.

Las seis naciones solicitan apoyo a las propuestas que "resulten en una convergencia más rápida de los pagos directos entre países, que no deberían afectar de manera negativa al conjunto de pagos de ningún Estado que tenga tasas por debajo de la media en 2013".

Otra de las reivindicaciones se refiere a la definición de "agricultor activo", sobre la que piden que no se concedan ayudas directas a entidades no agrarias, como los campos de golf y de fútbol o los aeropuertos.

También demandan que el techo máximo que se propone fijar a las ayudas a las grandes explotaciones "no afecte a la competitividad de los agricultores europeos".