Tras la aprobación por parte de la Asamblea Legislativa de Sao Paulo del proyecto de ley que establece los lunes sin carne en este departamento brasileño, siguen surgiendo las protestas por parte de asociaciones ganaderas y de industriales cárnicos brasileños. De seguir adelante la ley, los restaurantes, cafeterías, escuelas, comedores y establecimientos que trabajen con el estado de Sao Paulo no podrán servir carne en sus menús durante los lunes.

A la reacción de ABPA que ya mostramos con anterioridad ha llegado ahora la de la Asociación de Criadores de Mato Grosso (Acrimat) que asegura que con esta medida se dañará el orden económico en el mercado al considerar que la medida es una interferencia directa en la libertad de consumo y elección individual del ciudadano: "la carne de vacuno es uno de los principales alimentos de nuestra dieta, con beneficios científicamente comprobados en la prevención y combate de la anemia y para el desarrollo intelectual. Además es uno de los principales productos e la economía brasileña con exportaciones a más de 100 países por un valor superior a los 5.700 millones de dólares".

Desde la Asociación Brasileña del Angus se asegura que en una democracia el Estado no puede decidir lo que la población puede o no consumir por lo que consideran que la propuesta hiere los derechos individuales de los ciudadanos "que son libres de elegir y son libres para escoger lo mejor para su alimentación y bienestar".

Finalmente, desde la Asociación Brasileña de las Industrias Exportadoras de Carne de vacuno (Abiec) se manifiestan en términos similares y estiman que de seguir adelante el proyecto legislativo se perderían unos 250.000 puestos de trabajo en el país y desaparecerían casi 5.000 millones de reales en salarios y actividades indirectas.