El Instituto Norteamericano de la Carne (NAMI, por sus siglas en inglés) ha hecho pública una declaración en torno a los aranceles impuestos por México a la importación de carne de cerdo y embutidos de EE.UU. que desde el próximo 5 de julio pasarán del 10 al 20%. Según aseguran, se trata de una represalia por los impuestos por EE.UU. a las ventas de acero y aluminio de México. 

NAMI recuerda que México es el principal mercado para la carne de cerdo estadounidense con 800.000 t exportadas por un valor de 1.510 millones de dólares en 2017.

"Estos aranceles de represalia afectarán desproporcionadamente a los trabajadores y a las industrias de carne de cerdo, quienes soportarán la carga principal de estas medidas en la forma de pérdida de ingresos y acceso restringido al mercado, particularmente porque la producción porcina de Estados Unidos aumentará este año", dijo Barry Carpenter, presidente y consejero delegado de NAMI.

"Estas acciones de represalia punitiva son especialmente preocupantes ahora que los competidores clave están ganando acceso adicional al crítico mercado mexicano, poniendo en riesgo la capacidad de la industria porcina de Estados Unidos para competir en igualdad de condiciones.

"Las represalias tomadas por México reafirman que no hay ganadores en disputas comerciales. Pedimos a México y a los EE. UU. que resuelvan sus diferencias antes de que entren en vigencia los aranceles adicionales y las barreras al acceso a los mercados. De lo contrario, se impondrán dificultades innecesarias a los trabajadores y consumidores estadounidenses en ambos países".