Durante los primeros cuatro meses de 2018, las importaciones rusas de carne de cerdo disminuyeron a un cuarto del volumen importado en el mismo período del año pasado, en solo 20,000 toneladas, según recoge AHDB

Este nuevo descenso puede atribuirse a la prohibición de las importaciones brasileñas de carne de cerdo anunciada en diciembre de 2017, que ha mermado el comercio. Las importaciones son ahora casi el 10% del nivel de los primeros cuatro meses de 2013, antes de que se impusieran las prohibiciones al conjunto de la UE.

Los volúmenes de carne de cerdo enviados desde Brasil se desvanecieron durante los primeros cuatro meses del año. En comparación con las 21.000 toneladas enviadas en diciembre pasado, solo 7.000 toneladas llegaron en enero y en abril el volumen bajó a solo 25 toneladas. A pesar de esto, Brasil en realidad se mantuvo como el mayor proveedor a lo largo del período. Chile fue el único otro país que ha logrado cifras de 6.100 toneladas, doblando la cantidad exportada en 2017.

Con las importaciones de carne de cerdo ahora en estos niveles insignificantes, los precios del cerdo ruso han mejorado, mejorando la rentabilidad del sector.

Las últimas previsiones del USDA anticipan que la producción rusa de carne de cerdo aumentará aún más este año, a más de 3 millones de toneladas. Esto dejaría a Rusia más del 94% autosuficiente en la producción porcina.

Como tal, las exportaciones se están convirtiendo en un área cada vez más importante para la industria. En los primeros cuatro meses de 2018, Rusia exportó casi 11.800 toneladas de carne de cerdo, alrededor de un tercio más que en el mismo período del año pasado. De hecho, durante el mes de abril, Rusia se convirtió en un exportador neto de carne de cerdo (+46 toneladas) por primera vez.

Actualmente, las exportaciones siguen centradas en países cercanos, como Ucrania, donde los envíos alcanzaron las 6.800 toneladas (+ 50% interanual). El segundo mercado fue Bielorrusia, que recibió 3.000 toneladas durante el mismo período (+ 80% interanual). Sin embargo, los informes sugieren que Rusia intenta apuntar cada vez más a los mercados asiáticos en el futuro.

Sin embargo, una mayor expansión de la industria porcina rusa no será sin desafíos. La peste porcina africana continúa propagándose en muchas regiones, con brotes en las principales zonas productoras de cerdos del este ruso a finales de 2017.

La presencia de PPA podría ser un desafío creciente para la industria en los próximos años, si el mercado pretende enfocarse a la exportación ya que ante la enfermedad, sería probable que se limite el número de países dispuestos a aceptar exportaciones, desafiando el crecimiento en esta área del mercado.