La organización interprofesional del sector cunícola, Intercun asegura en un comunicado que España es un país con una gran tradición en el consumo de carne de conejo y este producto está relacionado con la Dieta Mediterránea. Según asegura, nuestro país es una de las potencias europeas productoras de este tipo de carne pese a la reducción vivida tanto en la cantidad producida como en el consumo.

Dentro de la campaña de promoción que Intercun tiene puesta en marcha con fondos europeos junto a su homóloga portuguesa Aspoc, la organización interprofesional recuerda su su versatilidad gastronómica y adaptación a los ritmos durante el verano.

En este sentido, la Unión Europea ha apoyado a INTERCUN en España, y a la portuguesa ASPOC en una campaña de tres años de duración que, dotada de 4,8 millones de euros hasta 2020, permitirá trasladar a los consumidores los beneficios de comer carne de conejo.

Para Intercun, su consumo es recomendable debido a que es:

• Ligera y saludable. Es una carne magra, con muy bajo contenido de grasa y fácil de digerir. Su bajo contenido en sodio, la convierte en una alternativa para las personas que deban controlar estos elementos en su alimentación y, además, su aporte calórico solo es de 135 kilocalorías por cada 100 gramos.
• Nutritiva y equilibrada. Contiene ácidos grasos insaturados, vitaminas del grupo B y proteínas de alto valor biológico, necesarias en todas las fases de la vida. Además posee minerales importantes como el hierro, zinc y magnesio.
• Versátil y variada. Es muy fácil de preparar. Versátil, con un inmenso recetario y cada vez más formas de presentación y cortes en los lineales de los supermercados o en tu carnicería tradicional. Además es un alimento tradicional la tradición mediterránea, ideal en verano en ensalada, barbacoas o arroces.

De acuerdo con el Panel de Consumo Alimentario del MAPA, en 2017 el consumo de este tipo de carne cayó un 5,5% hasta las 52.983 t por un valor cercano a los 300 millones de euros, un 2,2% más que en 2016. El consumo per cápita se sitúa en 1,16 kg/persona/año.