Con motivo de la celebración de San Francisco, el Colegio de Veterinarios de Madrid celebró un acto en la Real Fábrica de Tapices en el que se reunieron numerosos veterinarios de diferentes generaciones, representantes de la administración en campos como la sanidad, la salud pública, la seguridad alimentaria, el medio ambiente, la agricultura y ganadería.

Uno de los momentos más emotivos fue el nombramiento de Esperanza Orellana como Presidenta de Honor. Antes de entregarle la placa e insignia que lo acredita, el presidente del Colegio madrileño, Felipe Vilas, le dirigió unas cariñosas palabras destacando no sólo su amplia trayectoria profesional sino su calidad humana.

Orellana es miembro del Cuerpo Nacional Veterinario desde 1988 y lleva más de 20 años en altos cargos del sector agrario y ganadero, realizando una gran labor en su promoción y desarrollo. Es una pionera en la reivindicación en el destacado papel de la mujer en la profesión veterinaria y en el mundo agrario.

Actualmente es Directora General de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, pero Esperanza, continuó Vilas, tiene otras muchas virtudes en su forma de ser y trabajar, destacando su inteligencia, su frescura, su gran capacidad de adaptación o su disponibilidad a colaborar. “Es coherente en sus planteamientos, sabe priorizar y formar unos estupendos grupos de trabajo, creando un buen ambiente y generando ilusión en su entorno”, concluyó.

Una vez recibida su distinción de manos de Felipe Vilas, la nueva Presidenta de Honor tomó la palabra y en su discurso de agradecimiento hizo una fuerte defensa del medio rural y de la agricultura y la ganadería, las cuales, dijo, “nos dan de comer”. Cree firmemente en que los veterinarios tenemos en nuestra mano luchar contra el despoblamiento del medio rural y debemos apoyar a la agricultura y ganadería y animó a los jóvenes, especialmente a las mujeres que son mayoría, a trabajar en esta área y llegar a ser protagonistas en este campo.

Para Esperanza Orellana, "trabajar de veterinario para el medio rural es imprescindible para el desarrollo de nuestro país y los veterinarios debemos ser los que transmitamos a la sociedad que la agricultura y ganadería es esencial y desmontar los bulos que circulan respecto a la cría de animales de producción y su bienestar".