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Estudio del ICEX sobre las posibilidades de exportación de carne a Serbia

La Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Belgrado ha elaborado un informe en el que analiza el panorama de la industria cárnica en Serbia y las posibilidades que tiene este mercado para la carne.

Si bien el consumo de carne este muy extendido entre la población serbia, este ha disminuido de manera constante en los últimos años, situándose actualmente en torno a los 41,4 kg por habitante y año, por debajo de la media de la UE (72 kg per cápita). La reducción en el consumo de carne se ha visto reflejada en el tamaño de la cabaña ganadera de Serbia, ya que el número de cabezas ha caído un 19% desde 2006. No obstante, conviene destacar que, pese a todo ello, la producción de carne ha experimentado un aumento del 6% en el periodo 2015-2017, situándose en 524.000 toneladas en 2017.

Algunas de las productoras de carne locales de mayor importancia en el mercado de la industria cárnica de Serbia son Matijevic, Carnex, Koteks, Neoplanta, Yuhor o Zlatiborac. La mayoría de ellas producen todo tipo de embutidos y se caracterizan por tener integrados verticalmente todos los elementos de la cadena de producción, desde la producción de pienso hasta el proceso de venta al consumidor final.

En lo que respecta al intercambio comercial, históricamente Serbia ha sido un país exportador de carne, en especial de carne de vacuno. Sin embargo, la falta de competitividad de la ganadería local ha dado lugar a que la industria cárnica del país sea dependiente de las importaciones de este tipo de productos. Actualmente, Serbia muestra una balanza comercial negativa en todas las partidas arancelarias analizadas, constituyéndose como un importador neto de productos cárnicos, alcanzando 83 millones de euros en 2017.

Los principales proveedores de carne son, principalmente, los países vecinos de la región de los Balcanes Occidentales, como Montenegro o Bosnia-Herzegovina, seguidos de Alemania y Hungría. Destaca especialmente España como el principal proveedor de carne y despojos comestibles de Serbia, con un 33,43% de cuota de mercado (28 millones de euros en 2017).

En este entorno competitivo, es importante entender cómo se constituye el canal de distribución del sector la carne en Serbia. Por un lado, las pequeñas carnicerías de barrio continúan siendo populares entre la población local, constituyéndose como el principal punto de suministro de productos cárnicos frescos. Por otro, la compra de productos cárnicos en cadenas de supermercados está creciendo con el cambio de estilo de vida, cada vez más cercano al europeo. Las principales distribuidoras de carne en Serbia son las siguientes: Grupo Helhaize (supermercados Maxi y Tempo), Grupo Metro, Unverexport, Ptd -Dis, Super Vero, Aroma. Finalmente, ciertos productores (como Majitevic o Zlatiborac) tienen sus propias carnicerías, constituyendo así un canal en el que el productor tiene mayor control sobre el margen y los precios.

En relación con los precios unitarios de venta de productos cárnicos, estos son ligeramente inferiores que en 2012, pero han aumentado un 1% con respecto a 2016. Se debe tener en cuenta que el precio de la carne producida en Serbia está ligado al precio del maíz, ya que si el país dispone de una mala temporada de lluvias disminuyen automáticamente las cifras globales de ganado por la dificultad de los granjeros a la hora de alimentar a su cabaña.

Respecto a la percepción del producto español, a pesar del peso de las importaciones españolas en la industria cárnica serbia, las marcas españolas no son especialmente conocidas por parte del consumidor serbio, aunque sí lo sean para el distribuidor. No obstante, el producto español sí que es percibido como producto de calidad por parte de los consumidores serbios, debido, principalmente, al turismo, la inmigración y la televisión.

En lo que respecta a las barreras del sector, es posible distinguir entre barreras arancelarias y no arancelarias. En materia arancelaria, la regla general para el comercio internacional entre Serbia y la UE es el intercambio libre de aranceles, sin embargo, en general, el comercio de carne de la Partida 02 del Sistema Armonizado y sus sub-partidas está gravado con un 12%, un arancel que se prevé que desaparezca a medida que Serbia avance en su integración a la UE. Como barreras no arancelarias, se debe tener en cuenta el transporte, ya que la oferta para transportar mercancía entre España y Serbia es insuficiente y las infraestructuras ferroviarias todavía están en mal estado, así como las inspecciones veterinarias.

En cuanto a las perspectivas del sector, el aumento experimentado por el poder adquisitivo de la población serbia influirá directamente en la decisión de compra del consumidor y, por tanto, en la evolución del mercado. Asimismo, teniendo en cuenta la tendencia negativa en el tamaño de la cabaña de Serbia, así como la dependencia del país de las importaciones, las perspectivas del mercado para productores de carne españoles son positivas a medio y largo plazo.

Por último, el estudio enumera una serie de oportunidades que el empresario español puede tener en consideración para adentrarse al mercado serbio. Así, se destacan las siguientes:
  1. Inversión en el sector cárnico. En Serbia predomina una mano de obra altamente cualificada y costes operativos muy competitivos. Además, la situación geográfica del país y los acuerdos de libre comercio que mantiene con terceros países convierten a Serbia en una plataforma excelente de exportación. Actualmente, Serbia cuenta con tratados comerciales con la UE, Rusia, EE.UU., CEFTA, EFTA, Turquía, Bielorrusia y Kazajistán, lo que favorece la comercialización libre de aranceles. Finalmente, se deben tener en cuenta los incentivos fiscales que ofrece el país, ya que para compensar el capital inicial de inversión y facilitar la puesta en marcha de empresas, el gobierno de Serbia ofrece apoyo financiero para inversiones greenfield y proyectos brownfield.
  2. Exportación de productos cárnicos. En la última década Serbia ha pasado de ser exportador a un importante importador de productos cárnicos. Esta realidad es una anomalía que se explica por la pérdida de competitividad de las empresas dedicadas a la cría de ganado en el país, lo que favorece la introducción de empresas extranjeras. Además, se da la paradoja de que, si bien las empresas locales no pueden alimentar al ganado con alimentos genéticamente modificados, los productores extranjeros que comercializan su carne en el país, sí. Esto genera una desventaja para los productores locales, que no pueden reducir el gasto en la alimentación para la cabaña mediante esta vía. La tendencia importadora del país para esta rúbrica permite ver el hueco de mercado que se abre para la empresa española en el país balcánico: España domina el grupo de principales proveedores de Serbia en el sector cárnico (carne de porcino), con una cuota de mercado del 33,43%, suministrando cerca de 27 millones y con un crecimiento del 32% en el periodo 2015-2017. El reto para el futuro consistirá en mejorar en el reconocimiento de la marca española y aumentar la comercialización de otros tipos de carne.
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