Al igual que los proyectos ya puestos en marcha en Galicia y el Principado de Asturias, un grupo de ganaderos e industrias cárnicas de Cantabria, junto a investigadores del CIFA y de la Universidad de Cantabria, están trabajando para lograr poner en marcha una figura de calidad para la carne de vaca y buey de Cantabria. Se trataría del sello de Calidad Controlada que directamente es controlado por el Gobierno cántabro y con él se controlarían aspectos como el origen de los animales, el sistema de cría, la alimentación, sacrificio y venta.

El proyecto fue presentado en un encuentro celebrado en la Bodega del Riojano, en Santander, con representantes del gobierno cántabro, del CIFA y de la Oficina de Calidad Alimentaria (Odeca) de esta comunidad autónoma.

Para lograr esto buscan conformar un grupo operativo para poner en valor los animales con las características de la IGP Carne de Cantabria que superen los 48 meses de edad. De él formarían parte empresas como Gescanorsa, Cárnicas Marcelino Gutiérrez, Hapi Ibérica Alimentación, Servicios Cárnicos Treto y Agrocantabria. Tendría el apoyo del CIFA y de Odeca además de la Universidad de Cantabria, entre otras entidades.