La Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Tokio (Japón) ha llevado a cabo un estudio para analizar las posibilidades qeu Japón tiene como mercado para la carne pollo, pato y cojeto producida en nuestro país. Este informe está disponible en el siguiente enlace.

Japón es uno de los principales consumidores de productos de ave, especialmente de pollo, aunque también de pato en menor medida. Según ALIC (Agriculture and Livestock Industries Corporation), Japón es el octavo productor mundial de carne de pollo con una cantidad de 1.440.000 toneladas producidas en 2017. En cuanto a las importaciones, es el primer importador mundial con una cantidad de 973.000 toneladas.

Por un lado, está la carne de pollo procedente de Brasil, EE. UU., China y Tailandia, que es vendida en supermercados, grandes almacenes y también en restaurantes japoneses (especialmente en izakayas para la preparación de pollo asado con salsa de soja). Por el otro, está el producto gourmet dirigido sobre todo al canal horeca. Dentro del producto gourmet, destaca la carne de ave label rouge francesa con certificado de producción respetuosa con el medio ambiente y el bienestar del animal. También es en este canal donde encajaría el producto español, ya que es sobre todo pollo de corral, de mayor calidad que el pollo de Brasil o China.

En lo referente a las carnes de pato y conejo apenas existe producción dentro de Japón, por lo que su consumo se cubre casi todo con importaciones. España también exporta estas carnes en menor cantidad que la de pollo. En cuanto al pato, Francia es el principal país proveedor de carne de pato fresca o refrigerada en Japón, y Tailandia en el caso de carne de pato congelada. Hungría es el principal exportador de hígados tanto frescos o refrigerados como congelados. España exporta poca cantidad de carne de pato a Japón, pero está aumentando sus exportaciones de hígado de pato fresco y congelado y también de foie gras procesado. Uno de los motivos es que los importadores y consumidores en general desconocen que España sea productora de carne de pato.

En el caso de la carne de conejo, el producto ofrecido en Japón tiene casi siempre origen en España, Hungría y China, por ese orden. De todas formas, se trata de un mercado muy pequeño, ya que el consumo de esta carne en Japón se reduce prácticamente a restaurantes de cocina mediterránea.

Con respecto a las importaciones, es necesario tener en cuenta el control de las enfermedades vía cuarentena animal. Si aparecieran brotes de gripe aviar, inmediatamente se prohibiría importar productos cárnicos de ave desde todo el país, o parte de él, según el tipo de protocolo que se haya establecido con anterioridad. Por ello se producen interrupciones bruscas de los datos de importación de algunos países en las tablas estadísticas.

La carne de pato y de conejo, tanto por su menor consumo como por tratarse de productos gourmet, es aconsejable que se introduzcan en el mercado nipón a través de empresas mayoristas o importadores que vendan en hoteles y restaurantes, que son los principales clientes de estos productos.

La conclusión general más relevante que se extrae del análisis de mercado realizado es que el producto español, tanto la carne de pollo, pato o foie gras, aunque muy similar al francés, no ha conseguido extenderse en la misma medida. Francia se ha labrado una imagen en Japón de productora de carne de muy buena calidad, hecho al que ha contribuido el gran número de restaurantes franceses que hay en Japón y que constituyen una buena promoción de sus productos.

Sin embargo, existen una serie de factores positivos para la exportación de productos cárnicos desde España: el incremento del número de restaurantes españoles con el consiguiente mayor conocimiento de la cocina española; la posición de España en el ranking mundial de principales exportadores de pollo y conejo; el prestigio de los productos procedentes de la UE; la estabilidad de la demanda de pollo y conejo; y la creciente demanda de foie gras de pato. Se trata de un producto de calidad alta, situado en una gama diferente de la de Brasil, China o Tailandia, por lo que la mayoría de su clientela se encuentra dentro del canal HORECA y el sector gourmet.

Por ello, no es de extrañar que en la actualidad las importaciones de España están aumentando, y además existen oportunidades para mejorar en este campo. Las empresas españolas interesadas en exportar a Japón tienen espacio para hacerlo, siempre y cuando traten de destacar la calidad de su producto centrándose en pollo de corral o ecológico.

Las ferias, seminarios y degustaciones pueden ser una buena herramienta de promoción de los productos, así como una forma de establecer contactos comerciales para llevarlos a los puntos de venta. También sería interesante utilizar las nuevas tecnologías para sugerir recetas y proporcionar detalles del producto a los consumidores.