Rabobank acaba de dar a conocer su último informe sobre la evolución del sector porcino en China. En él se destaca que las estimaciones sobre la reducción del censo porcino en el país varían del 20 al 70%. De momento, los Datos del Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales apuntan a que es de un 22% la caída en el número de cerdas reproductoras.

En su ánalisis, Rabobank detalla que hubo problemas con los precios del ganado en los meses de abril y mayo, tras una ligera subida en marzo. El estancamiento en los precios de las últimas semanas podría deberse a la puesta en el mercado de una gran cantidad de carne congelada de forma previa a que el 1 de julio den comienzo las inspecciones obligatorias para determinar que la carne que sale de los mataderos no está contaminada por PPA.

Para Rabobank, la explicación más sencilla, sin embargo, estaría en una caída del consumo ante el incremento de la preocupación de los consumidores y la industria cárnica por los temas relacionados con la seguridad alimentaria. Según el Ministerio de Agricultura, el sacrificio de cerdos en grandes mataderos ha bajado en un 8% durante el primer cuatrimestre del año. Si se mira al conjunto de mataderos, esta reducción podría ser de entre un 10 y un 15%. Según el centro de estudios, atendiendo a la evolución de los precios de la carne que se han mantenido estables y debido a que la oferta y la demanda parecen estar relativamente equilibradas hoy en día, la caída del consumo podría rondar el 10-15%.

Atendiendo a los distintos canales de comercialización de la carne de cerdo, el comportamiento ha sido distintos. Así, la venta a través de canales minoristas no habría sufrido tanto ante las reticencias al consumo por la PPA, pero sin embargo los canales de la restauración moderna y del food service si que se habrían visto afectados por un cambio de hábito en los consumidores y en los menús que se ofrecen.

Una muestra de esto podría ser el fuerte incremento de precios registrado en productos como la pechuga de pollo que ha crecido hasta en un 44% en mayo para el canal foodservice mientras que su variación en el caso de los canales minoristas, ha sido mucho menor con subidas del 6% para la carne de vacuno, del 11% para la carne de ovino y del 8% para la de pollo en comparación con hace un año. Esto implica que la sustitución de la carne de cerdo se produce principalmente en los canales de la distribución moderna y se basa en gran medida en la percepción de las preocupaciones de los consumidores sobre la seguridad alimentaria.

Si bien los cambios en el consumo hasta el momento en 2019 se atribuyen principalmente a las preocupaciones de seguridad alimentaria, Rabobank estima que esto es solo uno de los impulsores de la reducción de la demanda de carne de cerdo en China tras la propagación de la PPA. El otro impulsor del cambio en el consumo de carne de cerdo será el precio. En su opinión, el precio influirá en los niveles de consumo en general y en la preferencia por las importaciones sobre la carne de cerdo de producción local (con la demanda de carne de cerdo importada fijada a crecer). Y, al igual que con las preocupaciones de seguridad alimentaria, la respuesta a precios más altos diferirá entre los distintos canales de comercialización.

Rabobank estima finalmente que la recuperación para el sector porcino chino llevará más de 5 años. Durante este periodo, los consumidores cambiarán sus hábitos de consumo reduciendo la ingesta de cerdo y más proteínas de otro tipo.

Pese a esto, para Rabobank la carne de cerdo seguirá siendo la principal proteína de origen animal consumida en China.