Una granja dedicada a la cría de pollos para engorde en la localidad de Suffolk, al sureste de Reino Unido acaba de registrar un brote de influenza aviar H5, según ha confirmado el Defra.

Para controlar la propagación de la enfermedad se han sacrificado 27.000 aves además de la limpieza y desinfección de las instalaciones y se ha establecido un área de restricción de 1 km en torno a la granja.

De acuerdo con Christine Middlemiss, directora de Veterinaria, los avicultores de Reino Unido deben estar alertas ante cualquier signo de la enfermedad y mantener los altos niveles de bioseguridad: "estamos buscando urgentemente cualquier evidencia de propagación de la enfermedad asociada con esta cepa para controlarla y eliminarla".

Se trata del primer brote registrado en el país desde el año 2017.