La subdirectora general del Ministerio de Agricultura, María José Luesco, durante el I Congreso Mundial sobre Bienestar Animal, destacó que lo que más afecta a las explotaciones porcinas de la directiva europea de bienestar es el aumento del espacio por animal y el alojamiento de las cerdas en grupo, que acarreará un incremento importante de los costes de producción y a incrementar la mano de obra para el manejo de los animales. Explicó que la normativa, que ya se aplica a las explotaciones porcinas de nueva creación y que será extensiva a todas a partir de 2013, incrementa el uso de antibióticos y medicamentos para preservar la sanidad de los animales.nn

En este sentido el catedrático de producción animal de la Facultad de Veterinaria de Murcia señaló que lo que más preocupa al sector no es sólo el incremento de los costes de producción, estimado en un 20%, sino el impacto sobre la calidad sanitaria del sistema productivo, especialmente en climas cálidos. nn

El vicepresidente de la Asociación Nacional de productores de porcino (ANAPORC), Mateo del Pozo, resaltó que la Unión Europea no es capaz de garantizar que la legislación de bienestar animal permite la sostenibilidad y mantenimiento del sector porcino" . Afirmó que es cuestionable que la nueva normativa mejore el bienestar del ganado porcino en la granja, ya que el agrupamiento hace que aumente el riesgo de enfermedades hasta ahora controladas y disminuye la calidad de las carnes.nn

Otra de las consecuencias de la nueva directiva en las explotaciones de porcino es que cambiará el modelo de gestión de purines y vertidos, según señaló la representante del Departamento de Medio Ambiente del Instituto Nacional de Investigación Agraria, María Victoria Pablos., quien destacó que la incorporación de paja en la confección de las camas para las cerdas, que establece la directiva comunitaria, cambiará los purines, que hasta ahora se trataban como residuo líquido, a un vertido sólido, de más fácil manejo y transporte.nn

Sin embargo, apuntó a que introduce mayor número de partículas en suspensión y por tanto aumenta el consumo de desinfectantes con el consiguiente incremento de la toxicidad del vertido y de medicamentos para prevenir enfermedades. Además, insistió en que los cambios que promueve la directiva comunitaria de bienestar del porcino aumentará el consumo de agua y energía para facilitar la ventilación de las explotaciones.