La carne de vacuno continúa siendo uno de los pilares fundamentales en la alimentación diaria de los asturianos, a tenor de los datos aportados por el estudio de Mercasa sobre la alimentación en España, correspondiente al año 2003. A cada asturiano le corresponde una media de 58,5 kilos de carne, un dato que sitúa a la región a la cabeza nacional del consumo, sobre todo, en ternera, mientras que el porcino alcanza un porcentaje menor que la media nacional. nn

Un asturiano consume al año 6,5 kilos más de carnes transformadas que un gallego. Así, Galicia, Cantabria y Canarias se sitúan en el extremo opuesto y presentan los niveles más bajos de España en consumo de cárnicos.nn

El consumo medio en España de elaborados cárnicos se sitúa en 15,7 kilos por persona y año. A los asturianos les corresponden 22,2 kilos. Además, a los habitantes del Principado les gusta comer en casa. Un 78,5% de estos productos se consumen en los hogares y un 18,8% en los establecimientos de restauración y hostelería. El restante 2,7% corresponde a lo que se llama consumo institucional.nn

Los elaborados cárnicos presentan un consumo especialmente urbano. Cuanto mayor es el núcleo de población, mayor es la cantidad de productos que se venden. Las personas que viven solas y las parejas sin hijos son las más aficionadas a los fiambres. Las amas de casa entre 35 y 49 años son las que recurren de manera más frecuente a los elaborados cárnicos para completar sus dietas. nn

El 43,6% del total de compras de elaborados cárnicos para uso doméstico se realiza en los supermercados; el 27,8% en tiendas tradicionales, y el 19% en los hipermercados. En 1995, la cuota de venta en supermercados solamente alcanzaba el 36%. El pescado es otro de los alimentos preferidos por los asturianos. A cada habitante de la región le corresponden 35,1 kilos de productos de la pesca al año, mientras que la media nacional está situada en 26,7 kilos.nn

Si la carne y el pescado resultan fundamentales en la dieta regional, el azúcar no les va a la zaga. Los consumos más elevados de azúcar, bollos y galletas en España se registran en Asturias, seguida de Cantabria y Navarra. A pesar de la limitada tradición vinícola asturiana, los habitantes de la región también se sitúan entre los primeros de España en el cómputo de consumo de vinos con denominación de origen, junto a los habitantes de Baleares y los vascos.