Con el sacrificio de estas diez primeras reses de raza limusina, la mayoría menores de un año, los consumidores cuentan desde ahora con un producto de calidad para su alimentación, ya que se les garantiza que están adquiriendo un producto de calidad que cumple con todos los requisitos exigidos por la Unión europea.nn

El Gobierno regional pretende constituir una herramienta fundamental para garantizar la calidad de la carne de la región y su competitividad en el mercado, para lo cual se controlan todos y cada uno de los procesos de cría y sacrificio de los animales, desde los prados hasta los expositores de las carnicerías.nn

En la actualidad están integrados en los registros del Consejo Regulador 67 explotaciones ganaderas con un total de 3.997 hembras reproductoras, que podrán llegar a las 6.000 en lo que queda de año.nn

En este primer trimestre se van a poner en el mercado 100 animales y se prevé que en todo el año lleguen a las 2.000 reses.nn

Con el fin de mantener el control del producto hasta que éste llega al consumidor se han establecido compromisos de adhesión voluntaria con una comercializadora y 15 carnicerías de la región que, a partir del 24 de febrero, comenzarán a distribuir la Carne de Cantabria.nn

Las razas de vacuno autorizadas para la carne amparada por la denominación de calidad con la autóctonas Tudanca y Monchina, así como la Pardo Alpina y la Limusina, por sus características de adaptación al medio y capacidad de producción de carne de calidad.nn

Mediante este sistema se apuesta por una cría tradicional apegada al medio natural, basada en una alimentación que no altera el ritmo de crecimiento, de forma que los terneros son amamantados directamente por su madre en los primeros meses y, en la época de pasto, su alimentación se complementa con piensos de calidad controlados por el Consejo Regulador.