Así se ha puesto de manifiesto en la reunión que ha mantenido en esta localidad de más de 5.000 habitantes la asociación agraria Asaja de Ávila con ganaderos de caprino del Tiétar, al sur de la provincia, según ha indicado la organización en una nota recogida por Efe.

Los tipos de raza que se incluirán en el marchamo de calidad y la alimentación que se exige, así como unas horas determinadas de pastoreo al día, son algunos de los requisitos que los productores tendrán que tener en cuenta. En este sentido, no está descartado que los productores no sólo estén adscritos a la comarca del Valle del Tiétar, sino que podría incluirse a los de La Vera, en Cáceres, según ha indicado la organización agraria.

Los estudios desarrollados hasta el momento apuntan a una zona de producción que podría abarcar unos 40 municipios, mientras que la producción estimada anual ascendería a 70.000 unidades de cabrito lechal, según el análisis de censos de caprino de la zona.

La reunión se ha celebrado en el marco del plan de ruta trazado para conseguir la Marca de Garantía para el cabrito de la comarca de Candeleda, una iniciativa puesta en marcha en abril pasado, con la constitución del comité impulsor.

Los trabajos se están realizando con el objetivo de dotar a Ávila de marchamos de calidad que beneficien al productor, como eslabón "más débil" de la cadena de valor, y a profesionales del sector de la hostelería, según Asaja.