Buena parte de estas investigaciones han buscado conocer las sustancias bioactivas que están presentes en la carne y pueden ser de gran interés para la salud del consumidor por sus efectos antioxidantes, antihipertensivos o anticolesterolémicos.

Paralelamente ha abordado el diseño de nuevos alimentos cárnicos mejorados en cuanto a la incorporación de ingredientes funcionales de origen natural dirigidos específicamente al control del sobrepeso, de la obesidad y de otros factores de riesgo asociados, que pueden conducir a enfermedades crónicas habitualmente vinculadas con la dieta.

Estas investigaciones tratan de avanzar científicamente en el conocimiento del valor funcional de la carne y los productos cárnicos y que, más allá de su reconocido interés nutricional, puedan ser considerados dentro de una dieta variada y equilibrada como alimentos saludables incluso con beneficios específicos para el bienestar a largo plazo.

Uno de los ejemplos de este proceso e I+D es la gama Extratiernos que ha requerido de un sistema de clasficiación y selección de la carne de cerdo así como de unas cualidades tecnológicas especiales para lograr un producto alimentario con un perfil nutricional y una calidad de referencia.