La Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA) contrató a la abogada Ana Teresa Caetano, de la oficina Veirano Advogados, con sede en Sao Paulo (SP), para la realización de estudios preparativos para la demanda que Brasil podría imponer contra la UE en relación a las restricciones a las exportaciones de carne de pollo brasileña a la UE.

Según la ABPA, ciertas restricciones sanitarias impuestas por los europeos se configuran, en realidad, en barreras comerciales a la carne de pollo salada de Brasil.

La entidad cuestiona específicamente los criterios determinados para los embarques de productos salados (con sólo el 1,2% de la sal añadida), que están obligados a cumplir criterios de análisis para más de 2.600 tipos de Salmonella. Para que se tenga una idea, al producto estrictamente sin sal añadida pasan sólo análisis para dos tipos de Salmonella.

"Son criterios sanitarios, pero que en nada se relacionan con la sanidad y la calidad del producto. No hay riesgo de salud pública, ya que toda la carne de pollo consumida es cocida anteriormente, sea en el procesamiento de la industria o incluso directamente por el consumidor. Nunca hemos tenido en nuestra historia ningún problema sanitario comprobadamente vinculado al producto avícola brasileño exportado, tenemos una larga y sólida relación comercial con la Unión Europea, nuestro propósito es fortalecerlo, deshaciendo eventuales proteccionismos que sean constatados", analiza el presidente ejecutivo de ABPA, Francisco Turra.

No es la primera vez que Ana Teresa Caetano actúa por el sector avícola brasileño. En 2002, la abogada defendió a los exportadores del país en otra demanda contra la Unión Europea, esta vez con respecto a las clasificaciones arancelarias de carne de pollo salada. Brasil fue el ganador del panel.