Desde 2014, Rusia ha reducido la dependencia de las importaciones de carne de cerdo, con prohibiciones de todos los productos de carne de cerdo de la UE implementadas en agosto de 2014. Varios otros países occidentales también han tenido embargos en sus productos. Rusia no ha buscado reemplazar estos productos sino que ha incrementado la producción nacional.

Así, durante este año 2019 las importaciones rusas de carne de cerdo, incluyendo los subproductos, han bajado un 6% hasta suponer solo 21.200 t.

Por otro lado, la prohibición a la entrada de carne de cerdo brasileña se eliminó en octubre de 2018 y esta carne está volviendo lentamente al mercado ruso, a niveles más bajos que antes de la implementación de la prohibición. Esto puede deberse a que el interés de los exportadores brasileños se haya centrado en otros mercados internacionales o bien debido a que Rusia ya produce más carne de cerdo que hace unos años.

Cabe destacar, sin embargo, que las disminuciones en los envíos desde Brasil se han mitigado ligeramente. El aumento de los envíos tanto de Chile como de Argentina se registró en los primeros dos meses de 2019.

Al tiempo, Rusia también ha iniciado sus exportaciones. Así, en los dos primeros meses del año ha visto incrementadas sus ventas en un 8% hasta las 11.700 t. El destino fundamental es Bielorrusia pero ya en 2018 ha enviado carne a otros destinos, incluyendo a grandes importadores como Japón.

Para el USDA es más que probable que la producción cárnica rusa siga creciendo hasta sumar 3,3 millones de t en este 2019.