Invac denuncia la imposibilidad de llevar a cabo la trashumancia de ganado por la lengua azul
Quedó claro que, en la actualidad, el ganado trashumante no puede cumplir las Normas establecidas y que por tanto la ganadería trashumante se encuentra ante un callejón sin salida y en una gravísima situación, que va a suponer la ruina y la desaparición de un buen número de ganaderos, causando la pérdida de las rentas de las que viven muchas familias de las comarcas de Barco de Ávila-Piedrahita y Alto Gredos.nn
Desgraciadamente, la falta de acuerdo entre las Administraciones Autonómicas y el Gobierno Central, para el establecimiento de unas condiciones razonables, que faciliten el movimiento del ganado trashumante, siempre sin poner en peligro al resto de la cabaña ganadera española, ni extender la enfermedad, va a significar que, en pocos días, permanezcan en los lugares de invernada de Extremadura y Castilla La Mancha, más de 33.000 cabezas de ganado bovino, de alrededor de 500 ganaderos, en fincas que ya casi no disponen de agua, que no son propiedad de los ganaderos trashumantes, dado que solo se arriendan para la temporada de invierno y que, desgraciadamente, a lo largo de este año, tampoco han dispuesto de pastos abundantes con los que alimentar a su ganado.nn
Por ello la permanencia en estos lugares de estos animales es, absolutamente, inviable, suponiendo por una parte la ruina de los ganaderos y originando, por otra, un sufrimiento al ganado, dado la terrible situación de escasez de agua en que se encuentran.nn
La trashumancia, a zonas libres del vector transmisor de la enfermedad, lo que viene demostrado en las diferentes trampas colocadas, donde no han aparecido mosquitos, como es las de Sierra de Gredos y sus alrededores, lugares de destino del ganado y la imposibilidad de permanecer el ganado en Extremadura y Castilla La Mancha, nos mueve a exigir soluciones, rápidas y concretas, al traslado de los ganados a los agostaderos donde, en la misma sierra, se pueda efectuar su aislamiento y todas las pruebas necesarias de detección de la enfermedad.nn
No es razonable imponer unas exigencias, para el aislamiento de los animales en origen y practicar pruebas de detección de la enfermedad, ya que las Administraciones Públicas conocen, a priori, que no existe ni la infraestructura, ni las instalaciones adecuadas para poder realizarlo y conocen sobradamente las características del ganado extensivo y trashumante, de particular manejo, que nunca se maneja en naves cerradas.
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