El gobierno del Reino Unido ha anunciado un retraso en los controles de importación restantes sobre los bienes de la UE que ingresan a Gran Bretaña a la luz de los problemas actuales de la cadena de suministro causados ​​​​por la guerra en Ucrania y el aumento de los costos globales de energía. Las nuevas reglas de etiquetado de Brexit que afectan a una franja de productos alimenticios que ingresan al país desde la UE y que debían entrar en vigor el 1 de octubre de 2022 ahora se pospusieron hasta el 1 de enero de 2024. Defra dijo en un comunicado oficial que la decisión estaba “en línea con la protección de los consumidores de costos innecesarios”.

La legislación se estableció para productos europeos que entraran al Reino Unido como la carne de vacuno, el aceite de oliva o las frutas, verduras o el vino.

Otros cambios importantes en el etiquetado de alimentos que entrarán en vigor el próximo mes están relacionados con las direcciones de los Operadores de empresas alimentarias (FBO), ya que los productos de los productores de la UE deberán tener una dirección de proveedor o importador con sede en el Reino Unido en la etiqueta. Sin embargo, esto significaba que se necesitarían etiquetas separadas para los productos destinados al mercado británico, lo que probablemente generaría costos más altos para los proveedores e importadores.

Retrasar los requisitos de etiquetado significará que dichos términos de etiquetado y direcciones de la UE seguirán estando permitidos en el mercado británico durante 15 meses adicionales, lo que "ayudaría a las empresas alimentarias del Reino Unido", según Defra.

Además, la fecha límite para usar las marcas de identificación "UK/EC" (requeridas en productos de origen animal) en Reino Unido  también se ha extendido hasta el 1 de enero de 2024.

El gobierno dijo que esto permitiría a los operadores alimentarios continuar agotando las existencias existentes de etiquetas, envolturas y empaques hasta que las nuevas reglas entren en vigor.

Los organismos de la industria han estado pidiendo una relajación de las leyes de etiquetado durante meses, particularmente después de los efectos que tuvo la guerra de Ucrania en las exportaciones de petróleo y la cadena de suministro más amplia.