Actualmente, la cadena alimentaria de la Unión Europea genera alrededor de 88 millones de toneladas de residuos alimentarios al año. Esto tiene un enorme impacto en la sociedad, la economía y el medio ambiente, y por ello la industria alimentaria de la UE siempre se ha comprometido a seguir mejorando prácticas sostenibles. Un nuevo proyecto financiado por la UE, Wasteless, pretende desarrollar herramientas y recomendaciones para medir, controlar y, en última instancia, reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos en al menos un 20% anual.

Wasteless (Waste Quantification Solutions To Limit Environmental Stress) se puso en marcha los días 18 y 19 de enero de 2023, cuando más de cincuenta expertos europeos se reunieron durante dos días en Vila Real (Portugal). El consorcio multidisciplinar está formado por 16 beneficiarios, 12 entidades afiliadas y 1 socio asociado de 14 países: Austria, Bélgica, República Checa, Dinamarca, Estonia, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Portugal, Eslovenia, España, Suiza y Turquía. El coordinador es la UTAD (Universidad de Trás-os-Montes e Alto Douro) de Vila Real (Portugal). El presupuesto es de 5,5 millones de euros del programa Horizonte Europa de la UE.

Wasteless contribuirá a la consecución de los objetivos y metas de ‘Farm2Fork’ y ‘European Green Deal’, que pretenden reducir a la mitad las cantidades de residuos alimentarios per cápita a nivel minorista y de consumidores para 2030. Además, los resultados de este proyecto podrían reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero durante la próxima década, contribuyendo así a las estrategias mundiales de mitigación del cambio climático.

Según el Parlamento Europeo, actualmente cada ciudadano europeo desperdicia aproximadamente entre 173 y 343 kg de alimentos al año. Esto significa que cada año se desperdician unos 88 millones de toneladas de alimentos en los 27 Estados miembros de la UE, lo que supone un coste de 143 billones de euros. El desperdicio alimentario proviene de varias fuentes, de las cuales proporciones significativas de la producción primaria (58%) y los hogares (22%). El resto procede de la restauración (7%) y el comercio minorista (3%).

Para hacer frente a los altos niveles de desperdicio alimentarios en los hogares, Wasteless llevará a cabo estudios de casos para comprender la utilización y el papel/contribución de grupos específicos de alimentos como frutas y verduras, zumos de frutas, carne procesada, productos lácteos y cereales. Estos estudios son nuestra mejor forma de evaluar y medir objetivamente los mecanismos de acción que permitirán reducir y reutilizar estos residuos a largo plazo.

Wasteless también explorará formas de medir la pérdida y el desperdicio alimentario en cadenas de suministro alimentario críticas y menos conocidas, y propondrá maneras de cuantificar los datos. Al mismo tiempo, desarrollará un paquete de herramientas, un innovador grupo de instrumentos de apoyo para la toma de decisiones para todos los que trabajan a lo largo de la cadena alimentaria, así como para los responsables políticos, desarrollado en colaboración con consumidores y organizaciones no gubernamentales, así como con representantes de HORECA a través de centros repartidos por toda la UE.