Sigma Alimentos acaba de hacer públicos los resultados del primer trimestre de 2023. Sus ventas alcanzaron los 1.191 millones de dólares, un 16% más que en 2022, mientras que la utilidad neta o resultado económico fue de unas pérdidas de 6 millones de dólares, por debajo de los 45 millones de dólares registrados en el mismo trimestre de 2022. Según la compañía, buena parte de las pérdidas corresponden a mayores impuestos y al resultado integral del financiamiento.

La compañía produjo un 1% más de elaborados, sumando 423.000 t, ya que el crecimiento de la demanda en México compensó el menor volumen que registró el negocio de carne fresca de Europa como respuesta a las condiciones del mercado, según la empresa.

Haciendo un análisis por mercados, el mexicano sumó unas ventas de 942 millones de dólares, un 5% más que en el último trimestre de 2022, mientras que el europeo tuvo unos ingresos un 3% menos que a finales del año pasado con 559 millones de dólares.

En cuanto a la cantidad comercializada, en México sumó 225.000 t, un 1% más que en el último trimestre de 2022, y en el mercado europeo bajó un 8% hasta las 95.000 t en comparación con ese mismo periodo de tiempo.

La deuda neta del grupo creció un 3% y se sitúa ya en los 1.840 millones de dólares.

Respecto al mercado europeo, centrado fundamentalmente en su grupo empresarial Campofrío Food Group, de acuerdo con el CEO de la compañía, Rodrigo Fernández, "continuamos tomando acciones para mitigar las presiones inflacionarias. Las iniciativas de administración de ingresos que incluyen un aumento de precio promedio en euros año contra año del 29%, se combinaron con medidas de reducción de costos y gastos. Si bien aún no hemos logrado el resultado deseado, estamos resolviendo las causas fundamentales para superar los desafíos actuales y fortalecer nuestra posición en el futuro".

A lo largo de este primer semestre del año, Sigma Alimentos ha anunciado la compra de una planta cárnica ubicada en la localidad de Mt. Pleasant (Iowa), en EE.UU. La operación se cerró por 12,4 millones de euros y en ests instalaciones se elaboraban embutidos y otros productos cárnicos bajo las marcas Bar-S y FUD para su distribución en todo el país.