El mercado de gran consumo acabó 2010 con una contracción en las ventas
Estas cifras indican una ligera contracción (-0,3%) respecto a 2009. Es el segundo año consecutivo que el sector presenta una caída de las ventas, y este freno en el consumo viene motivado por diferentes factores, como son el estancamiento socio-económico, el trasvase a marcas más baratas, o los nuevos hábitos del comprador de hoy, cuyas decisiones continúan marcadas por la austeridad y la incertidumbre.
2010 ha sido un año que, a pesar de reflejar un consumo creciente (+1,6%), no ha sido suficiente para compensar la caída de los precios (-2%). El comprador muestra mayor interés por aquellos productos en promoción, y fabricantes y distribuidores en un intento de incentivar las ventas han incrementando la presión promocional hasta un 19% de las ventas en valor, con una variación de +2% respecto a 2009. Por tipo de promoción, un 8% han recurrido a promociones de reducción de precio.
Todos los departamentos han mostrado un comportamiento similar, más pronunciado en el caso de Bebé con una caída de sus ventas de -1%. En el departamento de Alimentación y Bebidas, la sección de alimentación seca es la única con resultados positivos, con un crecimiento cercano al 2%. En leches y batidos (-4%), en cambio, la caída de sus precios ha repercutido en unas menores ventas. En productos frescos, crecen las ventas de platos cocinados y precocinados (+5%) y charcutería (+3%), apreciándose la tendencia del consumidor a pasar más tiempo en casa.
El consumidor continúa apostando por la marca de distribuidor, que se sitúa en un 38% de cuota en valor (hipermercados, supermercados y perfumería y droguería Moderna). En productos frescos la cuota supera el 46%, casi dos puntos por encima de su cuota en 2009.
El mercado de gran consumo se encuentra en un momento difícil, con una amplia oferta de productos y precios que permite abarcar las expectativas de un comprador que se caracteriza por la infidelidad hacia las marcas y la búsqueda de la calidad al mejor precio. Fabricantes y distribuidores buscan complacer las necesidades del comprador, que sigue anclado en las estrategias de compra que le permiten un ahorro, pero el abuso de la presión promocional y la reducción de precio, a pesar de proporcionar resultados positivos a corto plazo, puede llegar a erosionar las marcas e incrementar su dependencia del precio. Buscar alternativas diferentes para incentivar el consumo debería ser el objetivo de 2011 para fabricantes y distribuidores.
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