El CSIC desarrolla un sensor para detectar los priones en la sangre de los animales antes de que se produzcan los síntomas de la enfermedad
Los investigadores han conseguido diseñar un supercristal capaz de actuar como una “nanoantena” que identifica la “huella dactilar” de una molécula. El sensor detecta la presencia de hasta 10 priones (proteínas infecciosas que tienen alterada su estructura secundaria) por cada litro de sangre.
Uno de los autores del estudio, Ramón Álvarez, explica que "el método consiste en sumergir este supercristal con el sensor óptico en una muestra de plasma o sangre centrifugada. El sensor, que genera un campo eléctrico extremadamente alto en la superficie del cristal, hace que la señal que rebota en los priones la obtengamos de forma ampliada. Así es fácil cuantificar su presencia".
Entre las aplicaciones directas del nuevo sensor, los científicos destacan el análisis “eficiente y regular” del ganado bovino y ovino, vulnerable a enfermedades de origen priónico. “Hoy se sabe que el Alzheimer o el Parkinson comparten también este origen, así que podrían diseñarse sistemas de diagnosis temprana para estas enfermedades. Otra utilidad sería detectar trazas de priones en los bancos de sangre”, señala Álvarez.
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