"La subida de precios combinada con la sensibilidad al volumen va a ser la clave del presente ejercicio para compatibilizar las necesidades del momento con la estrategia a medio plazo que nos hemos marcado", dijo el presidente del grupo, Pedro Ballvé, durante la celebración de la junta general de accionistas.

En cualquier caso, Ballvé descartó que "subir precios y perder volúmenes" sea la política adecuada, por lo que "la volatilidad de los resultados del presente ejercicio es mayor que en años anteriores". Así, la compañía cárnica está inmersa en "multitud de planes de acción" para reducir esta volatilidad "al máximo".

El presidente del grupo, que subrayó que las sinergias de 40 millones de euros previstas tras la fusión con Smithfield se han logrado con dos años de antelación, hizo hincapié en que Campofrío aspira a liderar en los próximos años el sector cárnico europeo, un mercado de 80 millones de euros. En concreto, espera convertirse en una empresa de alimentación "de referencia" en Europa en 2015. "Sólo contemplamos un futuro de crecimiento y expansión, en el que trabajaremos codo con codo desde la misma situación accionarial que teníamos antes de que se valorase la posibilidad de la OPA de exclusión", explicó Ballvé en referencia a la operación frustrada que negoció con Smithfield Foods, accionista mayoritario de la compañía.

A este respecto, el presidente de Campofrío recalcó que su compromiso "sigue siendo igual de profundo y está totalmente alineado" con el objetivo de crecimiento y consolidación del grupo.

En relación con el contexto económico, el presidente de Campofrío opinó que el ejercicio 2010 fue "mucho mejor" que el actual, en términos micro y macroeconómicos, para desarrollar la actividad empresarial y consideró que 2011 es el año "más complicado y difícil de la reciente historia económica de Europa".