El objetivo general de este proyecto ha sido sentar las bases científicas para la utilización a nivel industrial de nuevas tecnologías en la elaboración de los alimentos del futuro con el objetivo de adaptarlos a las nuevas necesidades del consumo, aumentando la competitividad de las empresas participantes y del sector agroalimentario en general.

Para el desarrollo de FUTURAL se ha formado un consorcio constituido por 24 empresas del sector agroalimentario y 12 de organismos de investigación estatales bajo la coordinación de IRTA.

Comenzó la presentación Mireia Molins, coordinadora técnica de IRTA, quien explicó las bases fundamentales del proyecto y el hecho de que “se certificó en un 98 %” y cuyas cifras son extraordinarias, tales como “23 productos nuevos, 12 patentes, 5 modelos utilizados, 13 nuevos procesos, 6 nuevos servicios, 11 empresas han integrado nuevas tecnologías, se han creado 25 nuevos puestos de trabajo, el 82 % de las empresa han invertido en formación, han surgido 26 nuevos proyectos derivados de FUTURAL y el 10 % de las empresas del consorcio participan en proyectos internacionales”.

A continuación, Jacinto Arnau, director científico del proyecto, explicó las tecnologías en las que se había trabajado desde un punto de vista técnico “aplicación de fluidos supercríticos, desarrollo de nuevos sistemas de envasado, sustitución de tratamiento térmico por altas frecuencias, altas presiones y QDS”. Este último, según anunció, ya está en el mercado español y se espera implantar próximamente en Estados Unidos. Muchas de estas aplicaciones han tenido como destino el sector cárnico, como por ejemplo el desarrollo de envases activos que permiten “alargar la vida útil del producto, estabilizar el color y frenar el crecimiento de microorganismos”.

Posteriormente, intervino Andrés Hernando, de NC Hyperbaric, que explicó la utilidad de los sistemas de altas presiones que su empresa fabrica destacando que “fabricamos maquinaria con el objetivo de hacer mejores alimentos”.

Jaume Juher, de Innoducky –Mas Parés– habló acerca de la aplicación de los efectos beneficiosos de la aplicación de las altas presiones en productos derivados del foie en la que confirmó “que garantiza la mejora de conservación de este producto llegando a doblar la vida útil, aumentando la productividad y obteniendo una máxima seguridad alimentaria”.

Montserrat Rivero, de Laboratorios Ordesa, habló acerca de la experiencia de su empresa en el proyecto FUTURAL en el sector de la alimentación infantil y, finalmente, Benet Fité, de Grupo Mahou-San Miguel ofreció una muy interesante exposición acerca de un compuesto obtenido de las corrientes residuales del proceso clásico de elaboración de la cerveza con propiedades para alargar la vida comercial de los productos envasados. Concretamente, se trata de los polifenoles que han permitido la creación de envases activos y que ya han sido probados por COVAP y Eroski.