El director técnico de la Interprofesional, Tomás Rodríguez, ha destacado que la organización trabaja en la actualidad con operadores de ese país para tratar de eliminar las barreras comerciales que dificultan la entrada de conejo español. Pese a que la producción de carne de conejo se destina en una amplia mayoría al consumo interno, cerca de 4.500 de las más de 63.000 toneladas producidas en España en el año 2010 se comercializaron en el exterior, principalmente en países del entorno como Portugal, Francia o Bélgica.

En España, el consumo se sitúa en una media de un conejo por habitante y año, pero casi la mitad de la demanda se localiza en Aragón, Cataluña y Levante, zonas de mayor tradición culinaria de esta carne. En este sentido, la Interprofesional cunícola centra sus esfuerzos en incentivar el consumo en el mercado nacional a través de campañas de promoción con rostros conocidos como el cocinero Karlos Arguiñano o prescriptores autorizados como los profesionales de la salud. Para ello, ha invertido ya en torno a 2,1 millones de euros en los últimos tres años, recaudados gracias a la extensión de norma, lo que ha permitido que se mantenga el consumo de esta carne.

Unos resultados que Intercun considera positivos, dado el actual momento de retracción generalizada del consumo como consecuencia de la coyuntura económica negativa.

El sector cunícola factura anualmente cerca de 350 millones de euros y cuenta en la actualidad con 84 mataderos, que sacrifican en torno a 52 millones de conejos al año, un 70% de los cuales se concentran en diez de estos centros. En relación a la distribución, las grandes superficies y el comercio detallistas se reparten a partes iguales la demanda de carne de conejos.