En 2010, la producción total de piensos alcanzó los 20,5 millones de t, un 2,7% menos que en 2009, de los que 20 millones correspondieron a animales de granja y 545.662 para animales de compañía. Fuentes de Cesfac han indicado que, de media para todas las cabañas ganaderas, se espera un volumen total de unas 28 millones de t (industrial más el pienso mezclado en granja), cifra que "no está mal" teniendo en cuenta que el año pasado por estas fechas se esperaban reducciones de la cantidad global de en torno a un 5% para 2011. Han especificado que la situación es diferente según las cabañas, ya que el sector del vacuno ha evolucionado mejor de lo previsto, gracias a las exportaciones, si bien no es el caso del ovino.

Las mismas fuentes han mostrado preocupación por la difícil gestión de su actividad, debido a la falta de crédito de los bancos y, sobre todo, por la "incertidumbre" generada por la situación económica, los precios internacionales de las materias primas y la ganadería.

Respecto a los precios de los piensos, fuentes del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) han precisado que los precios de las principales materias primas utilizadas en alimentación animal han bajado a lo largo de este año.

Según han detallado, en Mercolleida y hasta la pasada semana, el precio de la soja ha bajado por encima del 23% en lo que va de año, mientras que el de los cereales más importantes empleados en alimentación animal (maíz, trigo y cebada) ha descendido entre un 10 y un 13% a lo largo de 2011. Esta situación, según han destacado, ha tenido una repercusión directa en los costes de formulación de los piensos para animales de abasto, ya que han disminuido "de manera significativa", en algunos casos, a lo largo de 2011. En este sentido, estiman que mientras el coste de la ración completa para vacuno de leche ha descendido en torno a un 2,65%, el precio de los piensos del resto de las especies y orientaciones productivas ha bajado por encima del 10%.

Han resaltado, especialmente, el descenso producido en el pienso blanco para pollos (ligeramente por encima del 11%) y en el pienso para cebo de terneros (superior al 13%).