Para ello, el Consorcio organiza degustaciones en punto de venta, publicidad en medios especializados o jornadas de formación dirigidas a profesionales del sector. Estas son algunas de las actividades de promoción que lleva a cabo en países tan sólidos de la exportación del jamón curado como Francia, Bélgica o Portugal, o en mercados con un gran potencial de desarrollo como México, Brasil o Estados Unidos.

Este organismo exige unas determinadas normas de producción y la selección de las piezas que van a ser exportadas, con el fin de asegurar la calidad de las piezas identificadas con la contraetiqueta del Consorcio.

A lo largo de sus 22 años de trayectoria, el Consorcio ha logrado mejorar la imagen del jamón serrano español fuera de España, ofreciendo un jamón de calidad y mostrando la diferenciación del mismo para que los consumidores lo valoren y lo incorporen a la cesta de la compra.

En palabras de Miguel Sanz, gerente del Consorcio, "conseguir que los foráneos relacionen España con calidad es la premisa fundamental en nuestra asociación". Sanz añade además que una identificación como la del Consorcio "garantiza un jamón serrano español de alta calidad a los consumidores".