La Comisión Europea ha hecho público un informe elaborado por la FVO entre finales de noviembre y principios de diciembre pasados en Brasil. El objetivo era evaluar las medidas adoptadas por Brasil para garantizar la seguridad alimentaria de las exportaciones cárnicas que este país realiza a la UE, especialmente en el caso de carne de cerdo, desde el estado de Santa Catarina, y la carne de caballo.

Según el informe de la UE, han detectado que las autoridades brasileñas han mejorado en el control de la presencia de Trichinella dentro de la cadena de porcino y hay un buen nivel dentro de los técnicos encargados del control. Sin embargo, la FVO ha encontrado deficiencias relacionadas con los métodos de testeo y el número de canales analizadas o los métodos para la realización de los análisis microbiológicos que no son iguales a los utilizados en la UE.

Otro de los puntos analizados fue la presencia de ractopamina dentro de la cadena productiva. Se encontraron deficiencias en la implementación de los sistemas de trazabilidad y en la elección de la carne que potencialmente podría ser exportada a la UE.

Las recomendaciones de la FVO ante estas deficiencias encontradas pasan sobre todo por la mejora de la trazabilidad en el caso de la carne destinada a ser exportada a la UE, cumpliendo con los requisitos establecidos en la segunda parte del Anexo II del Reglamento (UE) nº 206/2010. Además recomienda cumplir con los criterios microbiológicos establecidos dentro del Reglamento (UE) nº 2073/2005 y la Directiva 98/83/CE. En el caso de la Trichinella la recomendación pasa por cumplir con el Reglamento (CE) nº 2075/2005 donde se establecen los métodos para determinar su presencia.