Los principales factores vienen determinados por la clase social, el país de residencia o la edad de los consumidores. Además, en el caso de las personas mayores, las mujeres y aquellos encuestados con un mayor poder adquisitivo se mostraba un claro interés por una alimentación más saludable. Los encuestados admitieron que la información que los médicos, dietistas o las asociaciones de este tipo ofrecían tenía poca influencia en sus conocimientos sobre aspectos nutricionales.

El Reino Unido es el país que tiene un mayor conocimiento sobre el contenido calórico de los alimentos, acertando el 50% de las preguntas. El conocimiento sobre las características nutricionales fue más acertado en niveles generales al hablar de grasas, azúcar o la sal.

En líneas generales el estudio apunta a que los consumidores son conscientes de las recomendaciones nutricionales aunque no están familiarizados con aspectos técnicos como distinguir el tipo de grasas o la relación entre la sal y el sodio. A mayor nivel social mayor conocimiento sobre las características nutricionales de los alimentos y destaca también que cada país tiene puntos fuertes y débiles debido fundamentalmente a las diferentes culturas y alimentos.

Según los responsables del estudio, publicado en Food Quality and Preference, los resultados pueden ayudar tanto a los responsables políticos como a la industria alimentaria a entender mejor a los consumidores y mejorar la información y la educación.