Analizan cómo influye la inclusión de grasas en la alimentación del ganado porcino y la aceptación de los consumidores
Para el estudio se utilizaron 43 machos (Pietrain × (Landrace × Large White)) divididos en grupos según la alimentación que recibieron. Un primer grupo recibió una dieta de control en la que no había grasas adicionadas y otros recibieron dietas en las que había contenido de grasa animal (al 1 y al 3 %), aceite de soja al 1 % y otro grupo aceite de palma al 1 %.
La carne de los cerdos que habían sido alimentados con grasas animales no vieron afectados significativamente aspectos tales como el pH, el color o los resultados obtenidos del test Warner-Bratzler sobre la fuerza de corte o sus atributos sensoriales.
En el caso de los animales alimentados son aceite de soja, su carne era la que registraba menores niveles de ácidos grasos monoinsaturados y los más altos de PUFA.
Los investigadores estiman que los niveles de grasa que se han utilizado en la dieta del ganado porcino no tienen ningún efecto en la calidad de la carne. A pesar de no encontrar diferencias significativas, el análisis de componentes principales (PCA) mostró los atributos predominantes de la carne de los cerdos alimentados con las distintas grasas.
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