Según Janet Donaldson, responsable de la investigación "se puede reforzar el sistema inmunitario con esta bacteria en una etapa en la que los animales necesitan de un aporte energético adicional".

R. opacus produce de forma natural grandes cantidades de triglicéridos y según Jeff Carroll, jefe de investigación del USDA, puede ser utilizado como un probiótico en los lechones que tienen que adaptarse a una nueva dieta y un nuevo entorno, combatiendo así posibles agentes patógenos y situaciones de estrés.

En la investigación no se detectaron efectos secundarios potenciales. El paso siguiente de la investigación será verificar como los animales que han recibido dosis de R. opacus reaccionan ante desafíos inmunológicos como Salmonella, o si la bacteria puede actuar igualmente en los terneros.