De los 206 análisis realizados entre el 30 de enero y el 7 de febrero 8 de las canales dieron positivo a este medicamento veterinario. De ellas, 6 fueron exportadas a Francia y podrían haber entrado en la cadena alimentaria. Las otras dos han sido retiradas.

Por el momento las autoridades del Reino Unido han llevado a cabo tres detenciones en dos plantas cárnicas de este país por sospechas de fraude.

La FSA también ha anunciado que la empresa de catering Rangeland Foods ha anunciado a la agencia irlandesa de seguridad alimentaria la presencia de carne de caballo en algunas de las hamburguesas congeladas que tenía almacenadas, con presencia de entre el 5 y el 30%.

Por otro lado, en Francia siguen las investigaciones en torno a la empresa Comigel, dedicada a la elaboración de comidas preparadas para marcas blancas y otras empresas. De acuerdo con el ministro francés de Consumo, Benoît Hamon, Comigel habría sido engañada por sus proveedores pero debería haber revisado la documentación de las materias primas.

Una de las acciones tomadas ha sido suspender la actividad de la firma Spanghero. Benoît afirma que las investigaciones realizadas sugieren el fraude podría haber comenzado meses atrás. La carne habría sido importada desde Rumanía por parte de una empresa holandesa con base en Chipre.

A través de su web, Spanghero ha emitido un comunicado oficial en el que afirma que siempre ha respetado los reglamentos europeos y la normativa francesa en materia de seguridad alimentaria y etiquetado y que no fueron conscientes de haber comprado carne de caballo.