Este estudio se ha realizado ante la posibilidad de que en 2018 se prohiba la castración de machos porcinos. Para ello se ha estudiado el comportamiento de los machos no castrados. Se hicieron seis grupos de animales analizando diversos factores como el hábitat en las explotaciones ganaderas, el modo de distribución de los alimentos, el nivel de alimento seco o líquido, el peso en el momento del sacrificio, el tipo de raza y cruces, el tipo de raza de los verracos utilizados en otros grupos.

Según los resultados del estudio, el suministro de alimentos secos ad libitum o en liquido puede mejorar el potencial de crecimiento de los animales, influyendo además en el peso en el momento de sacrificio y mejorando el rendimiento de los cruces. En el caso de alto riesgo de olor sexual, el racionamiento de la alimentación puede ayudar a mejorar este problema. Los investigadores recomiendan esto además cuando las condiciones de cría conducen a un nivel de ingesta alta espontánea y al deterioro del índice de consumo por una continua exposición al frío, en particular.