Investigan si los aromas no solo son captados por los receptores olfativos nasales
Peter Schieberle, catedrático de Química Técnica de los Alimentos en la Universidad de Munich y director del Centro Alemán de Investigación en Química Alimentaria, es el director de esta investigación que ha sido presentada en el National Meeting & Exposition que organiza la Amrecian Chemical Society.
Hasta ahora se pensaba que la nariz era el único receptor olfativo que recoge compuestos químicos transportados por el aire, productores del olor de los alimentos y otras sustancias, en las células especializadas de la mucosa del epitelio olfativo de la parte posterior de la nariz.
De acuerdo con Schieberle, en las células de la sangre también hay receptores del olor: "están aumentando las evidencias de que también el corazón, los pulmones y muchos otros órganos tienen estos mismos receptores olfativos. De este modo, una vez que un alimento se come, sus componentes se mueven desde el estómago hacia el torrente sanguíneo. ¿Significa esto que, por ejemplo, el corazón podría 'oler' la carne que acabamos de comer? Aún desconocemos la respuesta a esta cuestión".
En sus investigaciones ha descubierto que células primarias de la sangre huamanga son atraídas por moléculas que producen determinados olores. Hicieron un experimento en el que ubicaron un compuesto aromático en un lado de una cámara dividida en varios apartados y en el otro lado diversas células sanguíneas. Según descubrieron, las células se movían hacia el olor. "Sin embargo, aún no está claro si, una vez que los componentes aromáticos se introducen en el cuerpo siguen funcionando de la misma manera que lo hacen en la nariz. Pero nos gustaría averiguarlo", afirmó el científico.
Este investigador trabaja en un campo que se ha denominado como sensómica descubriendo que determinados determinados componentes naturales pueden interactuar con sustancias alimenticias para crear nuevas sensaciones.
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