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Una mutación genética podría ser el origen del síndrome de estrés porcino según investigadores argentinos

Investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agroalimentaria de Argentina han detectado una alta presencia del gen halotano (RYR1) en la cabaña porcina nacional. Se trata de una mutación en la cadena de ADN porcino que ocasiona el síndrome de estrés porcino y puede afectar a la calidad de la carne al considerarse esta PSE (pálida, blanda y exudativa).

Sebastián Marini, investigador del INTA Marcos Juárez, indicó que si bien la presencia del gen aumenta el desarrollo muscular de los animales, existen efectos negativos tanto para el sector productivo como el industrial, ya que “por un lado la muerte por este síndrome representa grandes pérdidas para los productores y, a la vez, provoca la disminución del pH después de 45 minutos del sacrificio, lo que genera poca capacidad de retención de agua y hace que la carne pierda su color y disminuya su calidad”, informa el diario Los Andes.

Los datos extraídos sobre porcinos híbridos criados en Argentina fueron comparados con los casos ocurridos en Brasil, el mayor exportador en la región. Allí se determinó que “aquí hay mucha incidencia de este gen y esto se debe a que los productores desconocen su presencia y los efectos negativos que se trasladan a los mataderos”, expresó Marini.

Para evitar esta situación, el INTA cuenta con un servicio de identificación y diagnóstico del gen a partir de muestras de pelos del animal reproductor con el fin de determinar si posee la mutación causante del SEP y, así, evitar la pérdida de ejemplares y tener un mayor control y planificación de los cruzamientos.

Datos publicados por el INTA señalan que en la última década la cantidad de carne porcina consumida anualmente en la Argentina se incrementó en un 63,3% y, según estima el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial (PEA2), para el 2020 la producción aumentaría un 193% y el consumo un 80% (pasaría de 9 a 14 kilos per cápita).

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