Según Nathalie Marchand, miembro de la Cámara de Agricultura de Ille-et-Vilaine, de la región de Bretaña, "estamos verificando los camiones refrigerados para comprobar que en el etiquetado pone 'carne de cerdo francesa' o si se trata de carne de fuera del país. Si la pone que es carne francesa pero no tiene un sello oficial llevaremos los camiones ante las autoridades locales. Si se trata de carne de fuera de Francia, el destino será totalmente distinto".

Los ganaderos estiman que el problema está en los precios que reciben por los animales que crían, estimando unas pérdidas de 10.000 euros mensuales desde comienzos del pasado mes de abril. Por ello piden que la carne importada a su país tenga las mismas exigencia que la que se produce en Francia.

Por su parte, el ministro francés de Agricultura, Stéphaqne Le Foll, ha manifestado que velará porque se pueda incrementar el precio que reciben los ganaderos.