Los precios de la carne, el pescado o los biocombustibles se incrementarán más que los de los productos agrícolas como los cereales, semillas oleaginosas, azúcar o algodón que se mantendrán más o menos estables, según el informe elaborado.

Las estimaciones apuntan a un crecimiento medio anual de un 1,5%, menor que el de la década anterior que fue de3 un 2,1% de media. Esto se debería al incremento de los costes de producción, mayores limitaciones en los recursos naturales y el incremento de las presiones medioambientales.

Como es habitual las economías de los países en vías de desarrollo serán las que más hagan crecer tanto la demanda como la producción. El crecimiento demográfico hará que suba la demanda de productos agropecuarios y se prevé una mayor subida en los países de Europa del Este, Asia Central junto a América Latina.

En cuanto a la carne, su consumo per cápita ralentizará el crecimiento ya que los países con economías emergentes están alcanzando poco a poco a los desarrollados. La carne de aves será la que más crezca debido a su precio reducido y protagonizará el 50% del incremento en la demanda.

Coincidiendo con la presentación de este informe, que se realizó en Beijing (China), el secretario general de la OCDE, Angel Gurria, afirmó que son buenas perspectivas para el sector agropecuario y los gobiernos deben "propiciar un contexto adecuado para el crecimiento del comercio".